Oh! capitán,
mi capitán!
A la mar
bravía echaron redes…
y enredados
y curiosos entre aparejos y almadrabas
asomaron
niños entre espumas de la Atlántida,
sin timón,
aleteando.
Hacia la
aurora buscaron
con la
música como testigo
aunar almas
gemelas
o simplemente
quizá
dibujar una
cantinela.
Entre mil
ensayos, jolgorios y sonrisas
y sin mirar
las agujas del reloj
afinan
entre naranjos y limoneros, y ciruelos en flor
una dulce
maquinaria
rezuman melodías
con pasión.
Agita
Alberto sus manos al viento
frunce el
ceño, su mirada
se escuchan
cantos y letanías
comienza el
llanto…de la guitarra.
Dominan
juntos puertos y montañas
entre
caldos de la tierra
audiciones
y Pascual,
como cruzada.
En el
tiempo que sus voces quiebran
desvanecen
como el Guadiana
con ardor
en el corazón a la mar bravía regresan
llevándose
consigo sapos cancioneros
y
caballitos…de cartón.
juanluisbermejo
Eres un hombre del Renacimiento, amigo. Enhorabuena por atesorar tantos talentos artísticos distintos.
ResponderEliminarBien me quieres,sin duda.Un beso.
Eliminar