Otoño
Y en silencio
palidece su tersa piel,
desnuda.
Lamentos
y quejidos quiebran
al viento,
bajo sus
pies descalzos
agonizan,
hojas caducas.
Testigos mudos
historias de
pasión, odio ,
rencor.
Lágrimas
posadas con descaro,
risas,
juegos de amor.
Ora, aletean
al aire llevándolas
consigo.
Ora, surcan la tierra,
quedan rotas.
Vientos
del Norte
calimas del Levante,
susurran poemas
perfilan colores.
Componen en su
último ocaso,
su mágico
manto amarillo,
entre suspiros y
melodías,
arraigos de vida.
Juan Luis Bermejo
Retornas de nuevo a la actividad poética.
ResponderEliminarEs una magnífica noticia que te animes a compartir una vez más tu inmensa sensibilidad. No abandones esta senda.
Te envidio, amigo.
Besos en una tarde de alerta roja.
MYRIAM
Querida Myriam:
ResponderEliminarLa senda de la poesía la llevamos dentro cada uno, como un libro en blanco...
Sólo hay que rodearse de personas como tú, para exteriorizarlo en forma de escritura.
Gracias por conocerte.
Besos.
Juan Luis.